GRACIAS CÓRDOBA CF

SESENTA Y TRES AÑOS DE HISTORIA

Tantos años ya de leyenda, de alegría y de ensueño; en los que hemos vivido nuestros mejores años, disfrutando cada momento desde el pitido del árbitro, junto a los nuestros, ya sean amigos, familiares hasta con los mismos jugadores. Luchando por nuestro escudo y nuestra pasión, entregándonos día a día a nuestro club, mostrando el sentimiento que nos causa cada gol marcado, cada partido ganado y cada triunfo superado. Hoy toca rememorar todos esos instantes. Aquel día en el que tal equipo como el que hoy defendemos, fue creado para nosotros, para nuestro disfrute. Hablo nada más y nada menos que del gran Córdoba CF, blanquiverde hasta la muerte.

¡Gracias 1954!, gracias por la oportunidad, gracias por regalarnos algo impensable, algo que nos diera alegría y emoción, gracias por cada sentimiento y por cada lágrima, por esto y muchísimo más, ¡Gracias 1954!. Dichoso el día en el que ambos equipos militantes en Tercera División, el Club Deportivo San Álvaro y el Real Club Deportivo Córdoba, decidieron unirse en un único equipo, un gran equipo de ilusión y de alegría. Dar gracias también a Enrique Puga, primer presidente de la entidad, aquel que inició realizando las primeras decisiones dentro del equipo, comenzando pasito a pasito a construir el gran reino de nuestros días. Además, destacar también a Arcadio Martínez, primer técnico del club, quien alineó las primeras formaciones de aquellos días de incertidumbre. 

Y yo me pregunto, ¿Qué pensamientos pasaron por la cabeza de los aficionados de ambos clubes al ver que desaparecían y se unían en uno solo? Bien, buena pregunta, yo también me la hice al conocer un poquito más de la historia del club que nos magnifica todos los días. Supongo, dentro de mi opinión, que muchísimas personas sentirían rabia, dolor, pena y lastima al perder el equipo por el que luchaban; desaparecía el escudo por el que tanto daban, por el que tanto sufrían; sin embargo era hora de mirar hacia delante, y es que su club no se desintegraba sin fin, sino que lo hacía para comenzar una nueva era, en una nueva entidad que tendría más oportunidades de logros, aumentaba a placer de los aficionados, no para arruinar sueños. Por lo contrario, también estarían, tal y como mencionaba en las últimas frases de la reflexión anterior, las personas que razonaron desde el primer momento de manera positiva, enfocando sus pensamientos en el futuro de la nueva era que se presentaba ante ellos.

Por ello es que hoy me encuentro aquí escribiendo, por tal día "seis de agosto" que mi club se creó, que el Córdoba CF nació, que el espíritu blanquiverde surgió y que nuestro amor en el campo comenzó. Y es que tanto sentimiento es imposible de representar en palabras; a pesar de todo he querido mostrar un poquito de mi corazón blanquiverde, de mi conmoción. Espero que este equipo nos siga regalando tanta emoción, tantos llantos y tantas alegrías, que nos llene y que nos sacie de ansiedad; porque para bien o para mal, mi corazón siempre será, blanco y verde, Córdoba.

Articulo realizado por Alba Beltrán Arjona (@AlbiitaBeltran).